En el sector inmobiliario el valor de una propiedad es el factor clave en transacciones de compraventa pero también en otro tipo de operaciones como litigios o decisiones financieras, por eso contar con la figura de un profesional objetivo puede ser determinante. ¿Qué es exactamente un perito judicial inmobiliario y cuándo es necesario recurrir a sus servicios?
Qué es un perito judicial inmobiliario
Un perito judicial es un técnico cualificado para valorar o tasar un inmueble, emite informes técnicos y objetivos sobre el valor o estado de una propiedad. El informe pericial puede ser utilizado en procesos judiciales o extrajudiciales para resolver disputas o clarificar situaciones relacionadas con propiedades.
¿Qué hay que estudiar para ser perito judicial inmobiliario?
Por lo general, tendrá formación en campos como la arquitectura, ingeniería, derecho inmobiliario o tasaciones.
¿Qué puede hacer un perito judicial inmobiliario?
Un perito judicial inmobiliario lleva a cabo diversas tareas especializadas, entre las que destacan:
1. Valoración y tasación de inmuebles: Estima el valor real de un activo en base a sus características fundamentales como la ubicación, la superficie, el estado de conservación, detalles especiales o factores de la situación del mercado en cada momento. Para realizar una valoración objetiva completa es imprescindible la visita en persona al inmueble.
2. Elaboración de informes periciales: Realiza un estudio de toda la documentación disponible sobre el inmueble como planos, títulos de propiedad, etc. y redacta informes detallados.
3. Análisis de daños en construcciones: Evalúa posibles desperfectos en un inmueble y determina su causa, coste de reparación y posible impacto en su valor.
4. Asesoramiento legal y técnico: Asesora en conflictos legales relacionados con propiedades.
5. Intervención en procesos judiciales: Comparece ante un juez para defender y explicar su informe pericial.
¿Cuándo es necesario?
La intervención de un perito judicial puede ser necesaria en diversas situaciones donde el valor de una propiedad es protagonista.
1. Divorcios y reparto de bienes
En procesos de separación o divorcio, la valoración de los bienes inmuebles compartidos es fundamental para realizar un reparto equitativo. El perito se encarga de determinar el valor objetivo de las propiedades.
2. Herencias y sucesiones
Cuando se trata de herencias, es común que surjan conflictos sobre el valor de los bienes. Un perito puede proporcionar una estimación objetiva que facilite el acuerdo entre las partes.
4. Expropiaciones
Cuando un inmueble es objeto de expropiación por parte del Estado, el perito judicial debe asegurar que el propietario recibe una indemnización acorde al valor real del bien.
5. Disputas por daños en propiedades
En caso de conflictos por defectos de construcción, humedades, grietas o cualquier otro tipo de patología en un activo, el perito puede identificar las causas del problema y determinar responsabilidades.
6. Disputas comerciales o civiles
En pleitos relacionados con compraventas, arrendamientos o incumplimientos contractuales, los informes técnicos pueden ser clave para clarificar la situación y alcanzar una resolución justa.
7. Conflictos sobre límites de propiedad
A veces es necesaria la intervención del perito cuando se trata sobre límites de inmuebles, terrenos, fincas y sus usos, especialmente en zonas rurales.
Beneficios de contratar a un perito inmobiliario
La valoración o tasación inmobiliaria realizada por un experto garantiza una transacción rigurosa y segura, además de otras ventajas:
– Objetividad: Los informes emitidos por un técnico son imparciales y están respaldados por datos concretos.
– Resolución de conflictos: El análisis pericial ayuda a aclarar disputas.
– Ahorro de tiempo y recursos: Un informe técnico bien documentado puede agilizar procesos legales y reducir costes derivados de litigios prolongados.
– Soporte profesional: En situaciones complejas, contar con un experto aumenta las probabilidades de obtener un resultado favorable.